No muchos juegos logran reescribir géneros enteros. Normalmente, cuando una fórmula empieza a funcionar, las imitaciones inundan el mercado. Sin embargo, la industria de los videojuegos es versátil y diversa, y a veces surgen títulos que lo redefinen todo.
Estos juegos introducen nuevas mecánicas, técnicas narrativas o una combinación de ambas. Aportan algo nuevo, alcanzan el éxito comercial y sientan las bases para futuros títulos del género. Son juegos que, si eres un auténtico gamer, tienes que reconocer.
Desde DOOM, que marcó el comienzo de la era de los juegos FPS en 3D, hasta PUBG, que incapacita al mundo con su modo Battle Royale, estos son algunos de los videojuegos que cambiaron su género para siempre, según el portal especializado ComicBook.
DOOM (1993)
En sus inicios, los juegos eran en 2D. La transición al 3D comenzó con DOOM de id Software en 1993, el primer juego en combinar gráficos 2.5D y 3D.
Un juego en 3D fue todo un avance en 1993. En una época en la que el Tetris y los juegos de plataformas eran populares, DOOM marcó el comienzo de una nueva era en los videojuegos.
DOOM era trepidante, sorprendentemente tenía un modo multijugador y, lo más importante, era 3D. Eso era nuevo para la gente. Era algo tan adictivo que dejó a la competencia atónita.
DOOM cambió el curso del género FPS para siempre. Todos los juegos FPS actuales podrían no haber existido sin DOOM.
Metal Gear Solid (1998)
Antes de Metal Gear Solid, los videojuegos de sigilo prácticamente no existían. Cuando Hideo Kojima consiguió un trabajo en Konami y dirigió Metal Gear Solid, popularizó el género del sigilo de una forma inesperada.
Metal Gear Solid fue el primer juego en introducir funciones de sigilo. Los jugadores debían escabullirse entre guardias, moverse de cobertura en cobertura y hacer todo lo posible por no alertar a los enemigos.
Los enemigos y la cámara tenían conos de visión que limitaban la visión, lo que añadía emoción a los segmentos del juego. El protagonista iba mayormente desarmado, y evitar a los enemigos era la esencia del juego. En aquella época, era raro decir que evitar a los enemigos podía ser divertido.
Pero además de ser pionero en el sigilo, Metal Gear Solid demostró que los videojuegos eran una forma de arte: contaba con escenas cinemáticas y diálogos maduros y estimulantes.
Estas características no eran habituales en los juegos de 1998, así que en su momento, Metal Gear Solid fue revolucionario. Sentó las bases para el futuro del género del sigilo.
Pero lo más importante es que Metal Gear Solid demostró que la narrativa podía funcionar a la perfección en los videojuegos. Y esa es una lección que la industria ha aprovechado hasta el día de hoy.
Minecraft (2009)
Minecraft redefinió lo que los juegos sandbox podían ser. Era un juego de supervivencia de mundo abierto con creación que premiaba la creatividad.
Las texturas en forma de bloques y dibujos animados atraían a los niños; la libertad de extraer cualquier roca y luego crear cualquier cosa imaginable atraía a los adultos.
La Torre Eiffel, un avión, una ciudad entera diseñada por ti, cualquier cosa que se te ocurriera, podías crearla. Ese era el ciclo de juego, y funcionó de maravilla, ya que personas de todas las edades encontraron su vocación en Minecraft .
Con nuevas actualizaciones, Minecraft se volvió cada vez más completo. La incorporación del multijugador, las mejoras visuales y los nuevos terrenos lo convirtieron en una sensación mundial.
Se convirtió en uno de los juegos más influyentes de todos los tiempos. Inspiró muchos juegos sandbox de supervivencia, como Terraria y Stardew Valley, en los años posteriores.
Lo más sorprendente es que, dieciséis años después, Minecraft sigue en pie. El gigante que definió el género sigue sacando nuevo contenido y parece no detenerse pronto.
PUBG (2017)
Durante mucho tiempo, Call of Duty dominó el género de los juegos de disparos multijugador. Pero entonces PUBG (Player Unknown’s Battlegrounds) introdujo la fórmula del Battle Royale.
El modo Battle Royale de PUBG enfrentaba a cien jugadores en un mapa gigante repleto de recursos. Los jugadores eran lanzados al mapa sin nada y debían recolectar armas y objetos. El mapa se reducía con el tiempo, y el último que quedara en pie era el ganador. El modo battle royale también podía jugarse en equipos de hasta cuatro jugadores.
Durante el primer año, superó los 10 millones de copias vendidas y, posteriormente, alcanzó un pico de 80 millones de jugadores en todo el mundo en todas las plataformas.
PUBG revolucionó el género de los shooters y su éxito sigue siendo un importante motor de las tendencias actuales, por lo que cala definitivamente en el grupo de los videojuegos que cambiaron su género para siempre.
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