La industria de los videojuegos ha estado presente desde hace muchos años, atrapando a niños y adultos que les apasiona esta diversión en las pantallas; sin embargo, en el caso de los más pequeños del hogar, los padres deben promover hábitos para cuidar su salud.
El tiempo que pasan las personas frente a las pantallas no debe extenderse por demasiadas horas, ya que podría provocar alteraciones en la salud física y mental de los individuos.
En el caso de los niños, esto se agudiza porque al dejarse llevar por la diversión de los sonidos, gráficos y efectos visuales, quieren pasar muchas horas jugando. Sin embargo, es en esta situación cuando los padres deben intervenir.
La importancia de cuidar la salud de los niños en el uso de videojuegos
Los videojuegos están diseñados para atrapar la atención de los jugadores, por lo que los desarrolladores se valen de los avances tecnológicos para utilizar efectos que sean muy llamativos y envolventes.
Generalmente, los niños y adolescentes en algún punto se interesan por los videojuegos y las novedades de este mundo digital. En ese punto no representa mayor problema, ya que se trata de una actividad en la que pueden divertirse.
Sin embargo, la dificultad aparece cuando los menores no quieren cumplir con sus deberes propios de la edad. Es decir, solo desean pasar más horas frente a una pantalla entregados a los videojuegos.
En una publicación del portal HealthyChildren, una plataforma desarrollada por pediatras y respaldadas por los padres, citaron un estudio sobre el uso que le dan los menores de edad a los videojuegos.
De acuerdo con los datos de la investigación, alrededor de 10 % de los adolescentes mostraron síntomas relacionados con el uso poco saludable de los videojuegos. El informe arrojó que estos empeoraban con el tiempo.
Entre las características que tenían en común los adolescentes de la muestra destaca que dedicaban mucho tiempo a los videojuegos, descuidando otras actividades. Tales como las tareas de la escuela, actividad física, relaciones con amigos y familiares y las horas de sueño.
Otro de los hallazgos de la investigación es que las personas que no tienen hábitos saludables para jugar videojuegos pueden desarrollar depresión, ansiedad y una dependencia al uso excesivo del teléfono.
Adicionalmente, los investigadores encontraron que los niños que presentan déficit de atención e hiperactividad pueden ser más vulnerables a experimentar estos problemas de salud mental.
¿Qué pueden hacer los padres para promover un uso responsable de los videojuegos?
Lo primero que deben hacer es establecer un plan para el uso de videojuegos y el tiempo que pasarán los niños frente a las pantallas. La idea no es retirarlas por completo, sino moderar el tiempo de exposición.
Otra forma de cuidar el bienestar de los más pequeños del hogar es estar atento a qué tipo de videojuegos y aplicaciones utilizan los niños. En este punto, los padres deben explicarles los riesgos que se pueden presentar en los juegos en línea y cómo se pueden proteger.
Asimismo, los expertos recomiendan definir áreas comunes para el uso de videojuegos en el hogar para así asegurarse del contenido que está viendo el menor. Para hacerla más atractiva, los padres pueden acondicionar un lugar de la casa que funcione como una zona de juegos.
Los videojuegos son una opción de entretenimiento para grandes y pequeños, pero en la infancia los padres deben asegurarse de cuidar la salud de los niños que recurren a este tipo de juegos.
Información de HealthyChildren / redacción Tecnoflash
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