Meta diseñó una nueva pulsera que permite a los usuarios escribir e interactuar con dispositivos digitales sin tocar físicamente la pantalla. Este innovador dispositivo está pensado para interpretar las sutiles intenciones de los movimientos musculares, traduciéndolas a comandos accionables.
El concepto central de esta tecnología consiste en capturar las acciones previstas del usuario mediante la monitorización de la actividad muscular. Los investigadores de Meta han desarrollado este dispositivo de pulsera para convertir las ligeras contracciones musculares en comandos que las computadoras pueden procesar, creando así un nuevo paradigma de interfaz. Este enfoque elimina la necesidad de métodos de entrada convencionales, como teclados o pantallas táctiles, en ciertas aplicaciones.
La pulsera funciona detectando y decodificando señales eléctricas procedentes de los músculos del antebrazo. Meta emplea algoritmos de inteligencia artificial (IA) para interpretar estas señales, lo que permite al dispositivo comprender las acciones previstas del usuario.
Por lo tanto, el sistema de IA está diseñado para discernir patrones en la actividad muscular que corresponden a comandos o entradas específicas.
Las demostraciones de la nueva pulsera de Meta
Una demostración de la pulsera mostró a un usuario escribiendo «hola mundo» en el aire. El texto correspondiente apareció en una pantalla en tiempo real, visualizando los movimientos musculares traducidos. Esto puso de manifiesto el potencial de la pulsera para funcionar como un dispositivo de entrada manos libres.
Meta también demostró la capacidad de la nueva pulsera para controlar los movimientos del cursor y facilitar la experiencia de juego. Con solo toques con los dedos o sutiles movimientos de la mano, los usuarios podían interactuar con los elementos en pantalla y jugar, lo que resaltó el potencial del dispositivo para ofrecer métodos de control alternativos en diversas aplicaciones.
Las interfaces cerebro-máquina convencionales a menudo requieren procedimientos quirúrgicos. En cambio, la pulsera de Meta ofrece un enfoque no invasivo. El dispositivo utiliza electrodos para detectar las señales transmitidas desde el cerebro a los músculos, evitando la necesidad de implantes cerebrales directos.
La muñeca y el antebrazo contienen una concentración de músculos que controlan los movimientos de la mano y los dedos. La pulsera aprovecha esta disposición anatómica para capturar señales neuromusculares detalladas. Estas señales se procesan en tiempo real y se transmiten a ordenadores mediante tecnología Bluetooth, lo que permite una interacción fluida con dispositivos digitales.
Aplicaciones del dispositivo
Para garantizar que la inteligencia artificial pueda interpretar con precisión diversos estilos de movimiento, Meta recopiló datos de entrenamiento de miles de participantes. Esta exhaustiva recopilación de datos permite que la IA se adapte a las características individuales del usuario, mejorando la usabilidad y la precisión de la pulsera.
El equipo de Meta prevé una amplia gama de aplicaciones para la nueva pulsera, que van desde la asistencia a personas con discapacidad hasta la mejora de la experiencia de los usuarios habituales. El gigante tecnológico pretende que este estudio siente las bases para futuras investigaciones en el campo de las interfaces neuromotoras.
Información de Dataconomy / Redacción Tecno Flash
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