Un equipo de investigadores desarrolló un sistema basado en nanotecnología para mejorar la estabilidad y la administración de la lidocaína que reduce la toxicidad y presenta un potencial para aplicaciones en la terapia del cáncer, la curación de heridas y enfermedades que implican un crecimiento celular anormal.
“Nuestro enfoque tuvo como objetivo optimizar el uso de lidocaína en la anestesia y ampliar potencialmente sus aplicaciones en el manejo del dolor y otros tratamientos médicos”, afirmó el autor Hui Zhang.
Nanotecnología contra el cáncer
Los hallazgos fueron publicados en el artículo científico “Preparación y evaluación de un nanomaterial metil-PEG2000-DSPE-PVP-LDC: un nuevo sistema de administración de lidocaína”.
La lidocaína, un anestésico tópico común que se utiliza en procedimientos médicos, tiene algunas limitaciones importantes: su efecto dura sólo unas horas y puede ser tóxico en dosis altas.
Para mejorar estas deficiencias, los autores crearon un nanomaterial de metil-PEG2000-DSPE-PVP-LDC y exploraron su morfología, carga superficial e interacciones químicas con un conjunto de técnicas de microscopía y espectroscopía.
Después de estudiar su capacidad de carga de fármacos, citotoxicidad e impacto en la migración celular, sus hallazgos mostraron que las nanopartículas con carga negativa tenían un tamaño óptimo de 10 nanómetros y una alta eficiencia de carga de fármacos. Los resultados también sugieren que el nanomaterial podría tener una amplia gama de aplicaciones más allá de la lidocaína.
Otros casos de uso del nanomaterial
Su efecto inhibidor sobre la proliferación celular, entre otras características, sugiere que el nanomaterial podría ser útil para el tratamiento del cáncer.
Estos hallazgos se alinean con estudios previos que demuestran los efectos anti migratorios y proapoptóticos de las nanopartículas, de acuerdo con los autores.
“El aspecto más interesante de nuestros resultados es que este nanomaterial encapsula eficazmente la lidocaína, lo que permite una liberación prolongada y sostenida. También muestra efectos inhibitorios significativos sobre la migración y proliferación celular, al tiempo que promueve la apoptosis”, afirmó Zhang.
“Esto sugiere que, más allá de su función como portador de fármacos anestésicos, puede tener aplicaciones terapéuticas más amplias en oncología, cicatrización de heridas crónicas y enfermedades inflamatorias de la piel”, agregó.
Los autores esperan que el nanomaterial pueda utilizarse para mejorar la seguridad y eficacia de la lidocaína en la práctica clínica. Tienen la intención de seguir trabajando con la nanopartícula para evaluar su biodegradabilidad, perfil de liberación del fármaco, distribución tisular y más, con el fin de acelerar su transición a aplicaciones clínicas y terapéuticas.
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