A menudo, una gran cantidad de usuarios en todo el mundo optan por cargar su teléfono durante toda la noche para que al día siguiente el equipo tenga el 100 % de batería; sin embargo, esta práctica podría acelerar el desgaste de la misma.
Es bien sabido que dejar conectado el equipo durante toda la noche es una costumbre extendida en muchos hogares. No obstante, especialistas en tecnología y fabricantes han advertido que esto deteriora las baterías de iones de litio.
Esto se debe a varios factores, entre estos destaca la combinación de carga prolongada, microciclos y calor. Todos estos elementos terminan afectando la vida útil del dispositivo, incluso en aquellos equipos más modernos que cuentan con sistemas de protección.
¿Por qué cargar el teléfono durante toda la noche acelera su desgaste?
Las baterías de iones de litio se suelen desgastar a través de los que se conoce como
“ciclos de carga”. Se trata de un proceso que se completa cada vez que el dispositivo se recarga de un nivel bajo de energía a uno alto.
Según explica Ritesh Chugh, profesor de la Universidad Central de Queensland, mantener el teléfono enchufado mientras el usuario duerme, provoca una gran cantidad de pequeñas recargas o “microciclos” que no son necesarios.
Al respecto, el académico explicó que cuando un teléfono llega al 100 % de energía, deja de recibir carga activa. Sin embargo, las aplicaciones y tareas en segundo plano, como notificaciones o sincronizaciones, continúan funcionando.
Estas consumen una mínima cantidad de energía, haciendo que el nivel baje al 99 %. En consecuencia, el sistema vuelve a cargar automáticamente la batería para recuperar ese 1 % perdido.
Así pues, este ciclo de carga y descarga mínima puede repetirse muchísimas veces en una sola noche, lo que se traduce en un desgaste innecesario para la batería. Aunque en el futuro inmediato no se note, el usuario lo comenzará a percibir en unos meses.
Por otra parte, el calor es otro de los factores que influye en el deterioro de este tipo de hardware. En este caso, durante el proceso de carga, el dispositivo genera calor, y si se está cargando encima de la cama o almohada, la disipación térmica empeora.
De modo que, esta combinación puede elevar la temperatura, lo que hace que la degradación química del litio ocurra más rápido. Aunque externamente no se evidencien signos de recalentamiento, esto afecta los componentes internos del dispositivo.
Alternativas para minimizar el daño
Los teléfonos más actuales incorporan sistemas de carga rápida que permiten alcanzar el 100 % de energía en 30 o 90 minutos. Además, marcas como Apple y Samsung, tienen “carga optimizada” que pausan la recarga al 80 % y la completan antes de que el usuario despierte.
Entretanto, especialistas recomiendan sustituir la práctica de cargar el teléfono durante toda la noche y, en su lugar, realizar cargas cortas y frecuentes, mantener la batería entre el 20 % y 80 % y usar intervalos de carga diurna; de esta forma se reducirá el desgaste de la batería.
Información de Gizmodo en español / redacción Tecnoflash
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